domingo, 27 de mayo de 2012

Justicia ... o decadencia

"No es que cándidamente se pretenda la mas alta sofisticación en las prácticas de informática forense desconociendo las limitaciones que pueden manifestarse en el orden local, sino simplemente que se preserve la prueba en lugar de contaminarla o poner en duda su contenido mediante operaciones desaprensivas sustraídas al control de la parte". Esto es lo que dice en su dura crítica a Oyarbide el fallo de la Cámara Federal de la ciudad ante la falta de preservación adecuada de la evidencia que derivó en la nulidad de las pericias de mails que involucraban a R.Jaime. Como es posible que alguien que maneja a la perfección los tiempos del apriete, ensamblando la aceleración con la morosidad en el tratamiento de las causas, en un baile siniestro de giros, frenos, avances, retrocesos y distracciones, haya eludido todos los pedidos de juicios políticos y continúe asestándole golpes a una justicia inmóvil (y cómplice ?) por la que la ciudadanía clama. Como es posible que un hombrecito mueva las causas como lo hace un hábil prestidigitador con sus cartas ante nuestras narices y debamos tragar sopa de indignidad cuando el Consejo de la Magistratura hace jugadas de ajedrez para evitar que sea juzgado y seguramente destituído. Lo que es peor, por que todo llega, el día que de tanto ir a la fuente el cántaro se rompa y deba enfrentar el juicio, seguramente se le aceptará la renuncia y en un par de semanas, con un par de noticias impactantes arrojadas a los medios, todos habrán olvidado al hombrecito. Y colorín colorado ... Una sola respuesta es posible a mi planteo, todos ante quienes supo y pudo ejercer su oculto poder tienen ropa sucia que esconder ante el ciudadano. Juan José de Guzmán jjdeguz@gmail.com

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